Figuras pequeñas. Caras pequeñas. Cráneos enormes que se desplegaban como esos vasos que llevaba de acampada cuando era pequeña y, en cada piso del cráneo, un jardín y una vivienda para no sé que seres.
Ruedas dentadas. Círculos de todo tipo cubriendo sus ropas.
Las figuras no caminaban, se deslizaban, y las caras a cada momento se hacían más pequeñas al tiempo que los cráneos seguían creciendo.
Todo era gris, blanco y sepia, un estilo a las fotos que nos enseñó Xnem hace unos días. Todo excepto las viviendas de la cabeza, que tenía unos frondosos jardines verde intenso.
No recuerdo más, sólo que yo miraba con curiosidad, que no sentía miedo ni ansiedad. Simplemente observaba porque sabía que cuanto más rato mirase las figuras se irían haciendo más y más complejas.
Se han cumplido los "no sé cuántos" años de que se aprobara la Constitución Española y aún nunca he leído en ella un artículo tan fantástico como del que voy a hablar ahora.
Hay una cláusula en la Constitución americana que dice que si mientras eres legislador (ella era senadora) se sube el sueldo a un cargo del Gobierno, que es un cargo no electo sino que lo decide el presidente, no puedes acceder a él. Solución, le han tenido que bajar al sueldo al que se recibía por ese cargo cuando no era senadora, es decir, cuando gobernaba su marido. No me imagino algo así en España jamás, con los Diputados, concejales, alcaldes y cargos varios subiéndose los sueldos a diestro y siniestro.
Y otra cosa de la que me he dado cuenta. Sueldo antiguo, 186.600$. Sueldo nuevo, 191.300$. Subida de sueldo, 2'85%.
No uso Facebook. Para alguien que quema sus barcos a cada paso que avanza en la vida no es un buen lugar para estar. No quiero saber nada de mi pasado.
V no es como yo. Acaba de encontrar a una ex de hace más de 10 años que vive en la otra mitad del mundo. Es interesante y divertido ver como se van contando 10 años de vida poco a poco. Hablan de matrimonios, hijos, trabajos, gustos y aficiones que se mantienen y otras que se han perdido, de sueños cumplidos y de otros que ya no se cumplirán.
V mantiene muy buena relación con casi todas sus ex. Las conozco y sé que son buenas amigas. Siempre creí que era una persona celosa y me he dado cuenta de que no lo soy. Simplemente me gustaría saber cómo se siente una persona con la suficiente paz de espíritu como para poder mirar atrás con los ojos bien abiertos. Yo me convertiría en sal y después me llovería encima.
En uno de mis múltiples descansos mientras estudio catalán (odio los pronoms febles) he visto este vídeo. Hacía mucho que no me reía tanto.
- ¿Me puede decir los pronoms febles? - Estos papeles están expedidos en Alicante. ¿Tiene la convalidación? - En Barcelona la pronuncian como les da la gana. - ¿Y los de Teruel cómo la pronunciamos?
Espero que os riáis un rato y por favor, que nadie se enfade.
No queremos llevar uniforme a clase. Nos gusta nuestra ropa. Me pongo lo que me da la gana. Me da igual lo que me diga mi madre. ¿Normas de vestuario en el instituto? Nunca, jamás...
No nos gusta llevar uniforme a clase pero es lo que hay. Luego en la calle nos ponemos lo que queremos.
Viernes por la tarde. Siete chicos y siete chicas quedan para salir. Al menos cinco de las chicas van vestidas con camiseta marrón chocolate y vaquero azul.
Ya está. Ja sóc catalana. Y espero que por mucho tiempo.
Después de la locura del traslado, las cajas, la furgoneta (una Ducato con la que V ha encontrado su verdadera vocación), los muebles, lo que se ha roto, lo que se ha perdido y lo que me he dejado, por fin, me siento a escribir un rato.
Al final no lloré, fue V, en cuanto entramos en casa, en aquella que fue mi casa. Le dio pena dejarla, hemos vivido muchas cosas allí, casi más que aquí. Echo de menos Zaragoza y quiero volver de visita muchas veces pero me da la impresión de que va a ser uno de esos deseos que se tienen pero que no se llevan a cabo jamás. Si es así, Zaragoza, adiós para siempre.
P.D. María, tenías razón. Tardaré al menos un año en colocarlo todo.
Estoy harta de cajas, bolsas, ropa que aparece a destiempo donde no debía, mil trastos que siempre pienso en tirar pero que no tiro... Tengo la casa hecha un desastre.
Mañana hago el penúltimo viaje con mi vida a cuestas. El fin de semana que viene llegará el último. Y se acabó. Adiós Zaragoza.
Estoy segura de que lloraré. Llevo viviendo en esta ciudad desde los 18 años y ya es "mía". Ahora pasaré a no ser de ningún sitio, otra vez. Pero ahora no tengo ganas de escribir de esto. Lo dejo para otro rato.
A lo que iba, que voy a llenar dos furgonetas de cajas y muebles, y una de ellas será muy grande. Además de los viajes de coche con los asientos de atrás plegados llenos de ropa, el ordenador, impresora, algunos libros, una estantería, mi ex-mesilla (ahora colocada en el cuarto de baño) y un montón de cosas más.
Menos mal que yo en Zaragoza vivía en un piso del tamaño de un baldosín y el de V es grande. Tiene miles de millones de cosas (yo sólo tengo millones) y al final vamos que tener que salir a dormir a la terraza.
Ésa es otra, yo sólo tenía míseras ventanas casi sin alféizar y ahora tengo TRES terrazas.
Ya queda menos para despedirme de esto, y entonces tendré que dar la vuelta y empezar a escribir en una nueva hoja. Una hoja en negro, siempre en negro.
Su casa, nuestra casa, ya empieza a tomar forma. Hemos trabajado mucho, y lo que nos queda, pero se empiezan a ver los resultados. Aún falta que traigamos los pocos muebles que tengo en Zaragoza, mi ropa y mis libros. ¡Que lleguen bien mis libros!
Lo malo de todo esto es que IKEA se está haciendo de oro a nuestra costa. Nuestra casa es una casa IKEA. Cosas de pobres. Nos sabemos el catálogo de memoria, nuestra caja de herramientas es de profesionales y nuestros bíceps ya parecen machacados en un gimnasio. A cambio nuestras cuentas corrientes cada vez son más ymás pequeñas...
Empecé a estudiar catalán la semana pasada aunque no empiezo las clases hasta final de mes. En la biblioteca cogí "Maus", tenía muchas ganas de leerlo y lo estoy haciendo en catalán. Es fácil. Se me está dando bastante bien, leo con fluidez y lo entiendo casi todo pero hasta que no empiece las clases no aprenderé a hablar nada. Lo que me está resultando más difícil son los números. No puedo evitarlo, me salen en francés.
Y creo que nada más. Que si alguien quiere pasarse por aquí dentro de un par de semanas para subir muebles y libros a un segundo sin ascensor que me lo diga. Le invitaremos a café.
Newman se ha ido y nadie le puede sustituir. Adiós al hombre más guapo del mundo. Al hombre perfecto.
Y yo estoy llena de trabajo y con el ordenador roto, y esta vez mucho. Asuntos de hardware.
Me siento mal por tener mi cárcel abandonada, por no visitar a nadie, por no llamar a los amigos..., por todo. Pero, como siempre, no hago nada por solucionarlo.
Después de un verano largo e intenso, demasiado intenso, casi estoy de vuelta.
Estuve de viaje por el sur pero tuve que volver rápidamente, de un día para otro, debido a un mensaje en el móvil. Desde ese día de finales de agosto vivo sin vivir en mí. Tuve que tomar una decisión más difícil de lo que esperaba. Decidí dejar un trabajo a cambio de vivir aquí, con V, y casi me quedo sin familia. Ahora está medio arreglado pero no sé cuánto es ese medio, aún no les he visto. No sé si para bien o para mal todo ocurrió por teléfono.
Ahora no sé escribir nada más. Quizá en otro momento.
He barnizado (dos capas) y montado dos estanterías. Limpio y cocino como una "mari" cualquiera. He montado dos sillas de escritorio. Ordeno la casa para dejar espacio para cuando traiga mis cosas. Y poco más. Quizá en un rato me ponga a montar un par de mesillas de noche.
Veo la tele. Leo las noticias. Me tumbo en el sofá para no hacer nada. Tengo mucho tiempo libre pero no lo uso.
Estoy de vacaciones pero es como si no lo estuviera. V las tiene a partir del fin de semana y nos vamos por ahí, con un itinerario más o menos fijo y unas fechas sin decidir del todo. Daremos vueltas de casa en casa de familiares y amigos por medio país. Vamos de barato. Espero sentirme mejor que como me siento ahora, porque no sé muy bien como estoy.
Mañana empiezan las olimpiadas de la vergüenza. Me encantan las olimpiadas, ponerme horas y horas delante de la tele viendo deportes de los que no volveré a saber nada hasta el año 2012. Pero me parece más importante la libertad de expresión que la gimnasia, la libertad de movimiento que los saltos de trampolín, más importante poder decidir tu vida o quien te gobierna que el voleibol.
No sé cuando podré volver a escribir, espero que en pocas semanas. No me estableceré definitivamente hasta final de septiembre. Hasta entonces voy a ir viajando entre Barcelona, Málaga, Almería, Murcia, Teruel, Zaragoza y algunos sitios más. Para entonces tendré que cambiar el cartelito que hay en mi perfil, ese que dice Ubicación: Zaragoza : Aragón : España.
antes: madrugar hacer un bocadillo hacer el desayuno recoger pintar aclarar recoger barrer tumbarme un rato fregar vaciar el lavavajillas cocinar llenar el lavavajillas AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH
Hace más de diez años, cuando vivía en este barrio, le veía subirse al autobús para bajarse en la parada siguiente. Hoy yo sólo estaba de paso y el autobús era diferente pero él sigue siendo el mismo. Siempre he supuesto que vive en el hospital psiquiátrico que hay al lado pero nunca lo he sabido con seguridad.
Entonces me hacía gracia, hoy se me han llenado los ojos de lágrimas. Lo que hace es lógico en su lógica enferma.
Esta semana me he destrozado la piel de las manos de tanto lavármelas. Olían mal. Continuamente.
Mi piel ya está mejor pero mi lógica enferma sigue ahí, saltando en cuanto puede.
escrito el domingo,6_julio_2008
Lo escribí la semana pasada en una libreta después de verle. Ayer mi lógica enferma saltó. ¿Premonitorio?
*Lo siento por los puristas. Ya sé que he cometido leismo dos veces pero me sale natural, soy aragonesa. Y la RAE lo permite.
No sé si es lo mejor escribir ahora, en caliente, pero lo voy a intentar.
Primera crisis en dos años. Esta mañana. Demasiadas cosas juntas para esta semana. Demasiado.
Anoche taquicardia. Esta mañana dolor abdominal, llanto, temblor, incapacidad de pensar claramente. No podía, no quería quedarme sola. Por nada del mundo.
Tenía billete de autobús a las 10'30 de la mañana. Ahora lo tengo a las 7'00 de la tarde. ¿He decidido cambiarlo? Lo han decidido por mí, yo no podía pensar.
Demasiadas tensiones para una sola semana. Examen y conversación familiar. El examen es mañana y no puedo retrasarlo. La conversación iba a ser el jueves y no debería retrasarla.
Primer tranquilizante en dos años. Siempre estaba ahí, en el bolso. Ya no está. Tendré que reponerlo. Quizá llevar dos. Por si acaso.
En los lados de las escaleras mecánicas de El Corte Inglés, a la altura de los pies, hay como una especie de fleco duro que parece apto para limpiar zapatos. La próxima vez fijaos. Hoy, fíjate tú, otra vez, me ha dado por poner el pie encima de manera que me limpiase la suela de la sandalia. Que me ha dado por ahí... Total, que ha empezado a hacer un ruidito, igual que cuando frotas algo con un cepillo, zis zas, pero sin el zis. Era un zas continuo.
Una niña de unos siete años que estaba delante de mi ha debido oírlo porque ha girado la cabeza, y ha debido gustarle porque ha empezado a hacer lo mismo.
Estábamos las dos tan contentas cuando el ruidito ha empezado a ser más intenso. He girado la cabeza y voilà, un niño de unos once años haciendo lo mismo que nosotras. Y se hubieran añadido más niños si no hubiésemos llegado a la planta calle.
Me duelen las piernas. Ayer fui a correr por primera vez en seis meses. Dejé de hacerlo porque me dolía la espalda pero no volví cuando me recuperé, y ahora ya he perdido la costumbre de hacerlo, que no la forma. Esa nunca la he tenido.
Cuando acabé y me sentí tan bien, sin apenas cansancio, decidí ir hoy otra vez pero mejor lo dejo para mañana. Con tres veces por semana estará bien.
El año pasado andaba una hora al día y este invierno, al cambiar de trabajo dejé de caminar, así que lo quise sustituir por correr un rato tres veces por semana. Después lo dejé y al final no me vale la ropa. Cosas que pasan.
Conclusión, me duelen las piernas y me voy a las rebajas, a ver que encuentro.
Yo leo best-sellers. Y además comprados en edición de bolsillo un año después de que se editen. Yo no leo LITERATURA.
Yo no clasifico la educación de la gente por su acento. La mitad de mi familia es andaluza y los hay inteligentes y los hay incultos. Yo me dejo convencer por algunos políticos y periodistas. Mi capacidad crítica es limitada.
Yo tengo querencia por ciertos países, por la gente de ciertos países. Y me caen mal otros. Y por mucho que se diga me sigue gustando más Irán que Israel. Aunque le tenga que poner todos los peros del mundo.
Yo me compro la ropa en H&M. Y para las rebajas y si voy bien de dinero en Zara y el Corte Inglés. Y me cuesta horrores gastarme 60€ en una camiseta o 120€ en un pantalón por muy buena que sea la tela y muy original que sea el corte.
Yo no soy tan culta, tan moderna ni tan "barcelonesa".
Parece imposible no hablar de fútbol en algún momento. ¿Ganamos? Ganaron. Y ahora vamos a la parte política.
Banderas españolas en Barcelona y Bilbao. ¿Allí hay españoles? Sí, los hay. Y son mayoría, pero eso no tiene nada que ver con el fútbol. ¿Quién se resiste a ocupar las calles, bañarse en las fuentes, hacer ruido hasta bien entrada la madrugada...? Los no futboleros, una minoría. No ha sido un destape de "españolidad", simplemente es una celebración, pura testosterona liberada, el dichoso cromosoma Y que lo llena todo en cuanto puede. Eso no tiene nacionalidad, es pura irracionalidad, pura manada.
Me encanta el "Orgullo y prejuicio" de Jane Austen pero nunca he identificado en exclusiva a ninguno de los protagonistas con ninguna de las dos características. Tanto Elisabeth como Darcy son orgullosos y acaban venciendo ese orgullo para encontrarse a mitad de camino pero, ¿tan bueno es eso?
¿Soy orgullosa o humilde? Ha habido épocas en las que se ha valorado más la humildad, algo aparentemente muy católico. Otras en las que el orgullo lo era todo. ¿De verdad? Si lo piensas bien la realidad es que la humildad se exigía a las mujeres y el orgullo a los hombres. ¿Se exigía o se exige?
Vuelvo al principio, ¿soy orgullosa o humilde? Siempre voy un poco a la contra así que me tocaría ser orgullosa. Y, en ese caso, ¿sería o estaría orgullosa? Y ¿de qué?
Cierro los ojos, dormito y sueño. Tengo que tirar muchas cosas. ¿Cómo trasladaré los muebles? ¿Y cuándo? Primero hay que ordenar aquello, hacer sitio.
Abro los ojos. Adelantamos a un mercedes conducido por una chica rubia con gafas de sol, la ventanilla abierta y el pelo rubio suelto que se mece al viento. Adelantamos a una furgoneta blanca con un hombre joven, moreno y malhumorado al volante. Adelantamos a un camión cargado con largos tubos de hierro un poco oxidados.
Cierro los ojos, dormito y sueño. ¿Cuándo? Julio no. Quizá agosto. En septiembre será complicado. ¿Gastar las vacaciones en el traslado? No quiero. Poco a poco, if. Déjalo fluir.
Abro los ojos de nuevo. Adelantamos a un mercedes conducido por una chica rubia con gafas de sol, la ventanilla abierta y el pelo rubio suelto que se mece al viento. Adelantamos a una furgoneta blanca con un hombre joven, moreno y malhumorado al volante. Adelantamos a un camión cargado con largos tubos de hierro un poco oxidados. ¿Un déjàvu? Ya llegamos. Hablo con ella. Te cuelgo ya que tengo que bajar del autobús en unos segundos. Te llamo cuando llegue a casa. Me siento y espero al siguiente autobús. 100 kilómetros=1 hora. 3 kilómetros=45 minutos. Llego y llamo. Ya estoy en casa. Te espero.
Gran día, España llega a semifinales del europeo y yo ya estoy libre de exámenes. De los que les hago a los críos y del que me hicieron a mí el viernes.
¿Cómo me salió? Regulero. Como siempre la suerte a la hora de salir los temas no fue demasiado buena pero me consuelo, podría haber sido peor. Digamos que las oposiciones no son lo mío.
Lo importante es que ya puedo dedicar tiempo al blog sin sentirme culpable.
no avanzo me mareo estoy sola voy a llorar tengo sueño dame tu mano apenas pienso siento escalofríos duermo a retazos la echo de menos mi cuello se dobla a veces casi no como no quiero ser su amiga a ratos como con ansia mi casa está llena de polvo tengo un agujero en el pecho pienso en junio y me bloqueo la distancia también es interna mis manos apenas tienen fuerza mi boca dibuja el ojo de un puente tengo un hormigueo molesto en la piel pienso en septiembre y aparece el torbellino
Hoy toca la historia de un recuerdo y una búsqueda.
Cuando era niña hubo una serie que me encantaba, "El profesor Poopsnagle y el secreto de las salamandras de oro".
Cuando esa serie acabó hubo una continuación, "El valle secreto".
Durante años retuve esa canción, la de la sintonía de "El valle secreto", en la cabeza, sin recordar ni siquiera el título de la serie.
Cuando empezó el boom de los móviles encontré mi primera pista. Ya habían pasado más de diez años. Estaba en un centro de juventud esperando para usar Internet (mis comienzos) cuando le sonó el móvil a una chica y sonó esa misma canción. No me pude aguantar y le pregunté que de dónde la había sacado. Me dijo que la llevaba el móvil de serie y que se llamaba Matilda. Era un Nokia, y yo nunca he tenido un Nokia.
Siguiente pista, olimpiadas de Sidney 2000. Al final de la ceremonia de inauguración, o de la de clausura, no recuerdo, salió una carroza con un anciano cantando. Ese tipo era toda una institución en Australia y la canción que cantaba era el himno oficioso del país. ¿Y el título? No lo entendí.
Hace un par de años, coincidiendo con mi estreno con eMule, decidí buscarla en serio y descargarla. Google, Matilda, Australia. Y apareció. Waltzing Matilda. Mi canción. Veinte años esperando por ella.
Esta es la consecuencia de vivir al lado de un curso de agua y de que llevemos un mes especialmente húmedo.
Es la quinta que encuentro en las últimas 3 semanas. La de hoy dentro del cubo de la basura.
Han desinsectado el edificio, echo un spray cada 5 días, otro cada 3 meses, mañana compraré trampas y lo siguiente será quemar el edificio.
La primera vez tuve un ataque de nervios, hoy me lo he tomado más tranquilamente pero tengo unas ganas de mudarme ya... (V, también me mudaré por ti, no sólo por ellas).
P.D. ¿Os habéis fijado de que no he escrito su nombre? No me atrevo por si eso las atrae.
Hoy me siento sola y con ganas de hablar con alguien pero todos están ocupados. Además, ¿de qué iba a hablar? No tengo nada que contar, sólo querría callarme y escuchar. Qué aburrido, ¿verdad?
Nunca sabes cuando le estás alegrando el día a alguien.
Una noche cualquiera estás en un concierto con tu pareja y desde enfrente una persona que no tiene un buen día te mira como disfrutas con la música. Mira como bailoteas, cantas, aplaudes, ríes... Y ese alguien enfrente de ti sonríe y tú no lo sabes.
Gracias a ese chico con la camiseta verde y a su novia que estaban sentados enfrente de mí anoche en el Palau de la Música de Barcelona.
Todos queremos estar cerca de nuestra pareja pero ¿cómo de cerca? Sabemos que habrá problemas pero todos, o casi todos, queremos acabar conviviendo con quien queremos. Todos excepto Woody Allen y Mia Farrow.
Nunca he sido buena conviviendo. Mis familia y mis numerosas compañeras de piso os lo podrían corroborar. Soy maniática y eso es algo que ha aumentado debido a los años que he vivido sola. Todo se ha hecho a mi manera y ahora me cuesta demasiado dejarme influir por los modos de otros.
Al final el amor va a acabar siendo como una estrella de la radio. Y ni siquiera me he mudado todavía.
Llevo meses oyendo hablar de la escasez de cereales y de la subida de precios de los mismos. Ha habido manifestaciones en México por el precio de las tortas de maíz, en Italia por el de la pasta (de trigo) y en Indonesia por el del arroz a lo largo del 2007. ¿La culpa? Dicen que se han unido el aumento de población, la subida del precio del petróleo, unas malas cosechas o el uso de cereales para producir biocombustibles con la especulación. Por lo visto los grandes inversores mundiales pasan del ladrillo y ahora prefieren alimentos.
Ayer compre un paquete de arroz sin necesitarlo, uno sólo, y me sentí mal. ¿Qué haces acaparando comida?, pensé. Por un mísero paquete de arroz de unos 60 céntimos.
Al rato, hablando con V, recordé a mi abuela, que siempre tenía en su casa al menos 30 litros de aceite de oliva. Haber vivido una guerra y sobre todo una posguerra, provoca esos comportamientos. También hablamos de Wladyslaw Szpilman, el pianista del gueto de Varsovia, que en su libro decía que las autoridades insistieron a la gente de que no debía acaparar comida, y no lo hicieron. Empezaron a pasar hambre muy pronto, incluso antes de que los alemanes llegaran a su ciudad. ¡Ah, si hubiesen almacenado algo!
Parece mentira que en el siglo veintiuno, con los conocimientos que hay sobre climatología, aprovechamiento de agua, genética aplicada a la producción de alimentos..., siga habiendo hambre en un cuarto del planeta y la escasez se cierna sobre las otras tres cuartas partes.
El año pasado recibí una rosa y este año me ha tocado comprarla. Nos turnamos, cosas de pobres. A cambio he recibido un libro con el que empezaré a practicar mi catalán (no alemán, Betty, en todo caso polaco).
Son entrevistas a diferentes mujeres españolas que emigraron a Cataluña durante el siglo XX. Algunas cuentan su vida en español y otras en catalán así que es mi primer libro bilingüe. Empecé a leerlo hace un par de días, sin diccionario ni nada, y lo entendí. Porque no, Toro, el catalán no me parece chino, me resulta sencillo leerlo, aunque si lo oigo no entiendo nada.
Y para acabar el mini-post de hoy un recuerdo para Portugal.
Ayer tuve un día agotador y la consecuencia fue una mini crisis de ansiedad que controlé rápido, o eso creí. Cuando paré, ya por la noche, llegó el bajón. Hacía meses, muchos meses, que no tenía uno. No era solo el llanto, era lo que pensaba, lo que decía.
Siento que siempre estoy a medio camino de ninguna parte.
Quiero llegar a algún sitio. Necesito estar parada. Y lo que viene, los cambios que se acercan, me dan miedo porque no sé si sabré afrontarlos.
P.D. Esta mañana me he pre-inscrito a la Escuela Oficial de Idiomas nº2 de Zaragoza. Curso: 1º de nivel básico de catalán.
El otro día viajaba en el 33 y a una chica más o menos de mi edad le sonó el móvil. Hasta ahí nada raro. Contestó y se puso a hablar en voz alta. Eso tampoco resulta raro en estos días, pero lo que dijo...: ¡Oye! Que no llego a tiempo, zorra... Sí, si. Te voy a buscar a la salida y vamos a tomar algo, perra... ¡Pero qué cacho perra...! Hasta luego.
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Estaba hace unos días en la sala de espera del médico y en contra de lo que suele ser habitual la gente hablaba en voz baja. Al poco rato empezaron a oírse voces a un volumen mayor e incluso sonó algún móvil pero la puntilla fue otra cosa. Un hombre de unos 70 o 75 años sentado enfrente de mí se sacó una radio del bolsillo, supongo que la que escucha cuando hace como que pasea con su mujer, y la encendió. Radio Intereconomía bla bla bla miau miau... Le lancé tal mirada que le duró encendida menos de un minuto.
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¿Qué le pasa a la gente? ¿Dónde ha quedado la buena educación?
Hoy ha salido la convocatoria para mi oposición, como un reloj, cada dos años. Sabía que era este año, sabía que era en primavera, sabía que era hoy pero mi corazón ha comenzado a marchar a mil por hora. Hace meses, muchos, que no tenía ni una pequeña taquicardia. Era normal y se me ha pasado pronto pero me ha pillado por sorpresa.
Mi problema no es la oposición porque no tengo oportunidad de aprobarla, sino mi falta de confianza en mi misma. Estoy convencida de que no valgo para eso. No tengo capacidad de trabajo, no estoy acostumbrada a hacer las cosas con antelación, no me gusta las partes legal y burocrática de mi trabajo, y todo eso es la oposición.
Tengo que hacer dos trabajos/informes/lo que sea, uno para ya mismo y el otro para dentro de un par de meses, tengo que repasar los temas, al menos los que pueda, tengo que seguir trabajando (clases, exámenes, juntas, reuniones) y tengo que calmarme, tengo que calmarme, tengo que calmarme.
El tiempo se me escapa entre los dedos y no hago nada, sólo lamentarme.
Hace unos meses tuve una conversación con uno de mis cuñados (aaaaaaahhhhhhhhhhhhh, como suena eso) sobre los Monegros. Él dice que ve genial lo que piensan hacer y yo horrorizada.
¿Qué opináis sobre el proyecto Gran Scala? Más o menos pretenden construir un nuevo Las Vegas en los Monegros. Podéis buscar más información por la red y horrorizaros a gusto.
También podéis decirme que estáis a favor. No os gritaré.
A veces tengo en frente un tramo de escalones y siento que hay un muro. Veo a los demás prepararse y subir peldaño a peldaño. Para algunos incluso es apenas una pequeña rampa y yo... Simplemente me quedo parada delante de mi muro.
Hoy no ha sido un gran día. Tiendo a agobiarme con problemas que aún no han llegado en vez de prepararme para afrontarlos y hoy me ha pasado eso.
Mientras me recompongo os dejo con una cantante que quizá ya conozcáis pero que yo descubrí hace dos días.
Mañana vuelvo a casa después de una semana de vacaciones en casa de V. Ha sido diferente a lo que pensé, ideé, decidí, soñé, creí. ¿Mejor? ¿Peor? Diferente.
Hay cosas que no sé muy bien como procesar, como solucionarlas. Mi forma de ser no es muy dada al diálogo. Suelo hablar a base de imperativos. Suelo tomar las decisiones en mi cabeza y después las verbalizo.
No creo que esas ideas, esas decisiones, estén equivocadas pero quiero modificar mi manera de expresarlas. A pesar de todo sigo pensando que tengo razón.
Me he dado por vencida y voy a dejar de tener Internet en casa. Me daré de baja con Orange para no volver jamás. Funcionaba bien hasta que tuve un pequeño problema. Lo resolvemos en cinco días dijeron, y llevo esperando un mes. Lo malo es que tardarán en darme de baja un montón, eso si lo hacen. Nos atrapan en su red y no nos permiten soltarnos. Darse de baja de una compañía telefónica es más difícil que divorciarse. Eso es algo que el nuevo/viejo gobierno debería cambiar. Si hizo la ley del divorcio expres, ¿por qué no la de la anulación de contratos rápida y sin dolor?
Por otro lado tanto mi salud como la de V están regular tirando a mal. Yo me quejo pero puedo ir a trabajar. V está en su tercera baja en unas pocas semanas. ¿Alguno de vosotros nos ha echado mal de ojo? ¿Alguno de vosotros cree en el mal de ojo? Yo hasta ahora no pero esto pasa de castaño oscuro.
Al menos no ha ganado las elecciones generales el partido que pretendía tratarme como un ciudadano de segunda. Yo ya me entiendo...
P.D. Y al menos la supuesta III GM que yo vaticinaba parece que no va a llegar. Aún...
Estábamos en el llano. Un pequeño monte plano a la derecha. Una antena en el monte. Una nube clavada a la antena. Era la única nube a kilómetros a la redonda y cubría la cima del monte. Era una nube espesa, una niebla espesa. El resto del cielo era de un azul intenso, cuadriculado con rayas blancas. Los aviones las habían dejado. Una escena aparentemente bucólica pero que mi mente transformó en una guerra. Hace años leí que algo que tenían que aprender los pilotos de aviones militares era a no dejar esas líneas de vapor de agua para no mostrar su posición al enemigo.
¿Por qué he pensado eso? Quizá porque uno de mis primeros pensamientos esta mañana ha sido que desde mi adolescencia siempre pensé que la III Guerra Mundial la iniciaría Serbia (lleva casi 20 años intentándolo), jamás pensé en Venezuela, ni siquiera en ningún país de Latinoamérica o de cualquier otra parte del mundo.
Vi la película hace unas semanas y para Nochevieja V me regaló el cómic.
Marjane nos cuenta su vida desde 1978, cuando era una niña pequeña y su país aún se llamaba Persia, hasta que se exilia voluntariamente de Irán en 1994 para poder vivir como lo que es, como la educaron sus padres y su abuela, como una mujer libre.
La película es una muy buena adaptación, manteniendo el blanco y negro del cómic (no hay grises). En ella tanto el humor como el dolor se sienten muy cercanos. Como mujer salí del cine con el pecho oprimido y ganas de gritar. Os dejo el trailer para los que no sepáis de que va.
Con el libro aprendes más. Por ejemplo que la revolución no fue islámica sino que buscaban la democracia, que lo de el integrismo vino después. O lo que intento hacer ver a cualquiera que se preste a oírme: para una mujer vivir en Irán tiene que ser durísimo, pero allí podemos estudiar y trabajar entre otras muchas cosas mientras que en Kuwait o Arabia Saudí, esos países amigos, no se nos permite ni levantar la mirada.
Marjane intenta a la vez ser libre, ser feliz, divertirse, que no la detengan, aprender, enamorarse, reír, vestir como quiere, escuchar música, bailar... lo normal para una chica pero difícil si vives en Irán. Os recomiendo el cómic y la película.
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Como post data; ya me he comprado la tele y el teléfono inalámbrico. Para el fijo no me llega el dinero. Y en cuanto al módem, o router, o como se diga, V me va a dar uno suyo viejo que funciona bien.
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Acabo de leer un artículo de Elvira Lindo en El País. El peor machismo es ese de quienes dicen protegernos y nos critican si somos viejas y sobre todo FEAS.
Aquí la columna de Juan Manuel de Prada llamada "Pocas y viejas" en la que el machismo, el paternalismo, la envidia y la pedantería es lo único que brilla porque desde luego la calidad literaria no aparece por ninguna parte.
La tecnología y yo no nos llevamos bien. Ya sé que eso es presuponer que ella tiene entidad propia, que tiene capacidad de pensar y decidir, pero últimamente lo creo. Y cuando digo últimamente me refiero a este comienzo del 2008.
Pensándolo bien todo empezó a finales del 2007, el 21 de diciembre, el día de antes de irme de vacaciones. Ese día se "estropeó" el interruptor de la luz de mi cuarto de baño y no podía apagarla, quería quedarse encendida para siempre. He entrecomillado "estropeó" porque cuando han venido a arreglarlo esta semana no ha hecho falta, ahora funciona perfectamente.
Parece una tontería si no lo unimos a todo lo que ha pasado estos días. A la media hora de volver de vacaciones se rompió la televisión, antes de ayer el teléfono inalámbrico, el teléfono fijo se escucha con un ruido infernal y el módem funciona cuando quiere. ¿Alguien da más?
O es la tecnología o el 2008, pero uno de los dos me odia.
Han sido unas vacaciones muy muy largas. Desde el 22 de diciembre he estado de aquí para allá y hasta este miércoles no he vuelto de verdad. Ha sido muy muy duro. Tan tan duro como largas las vacaciones.
La vuelta está siendo difícil. Muchos trabajos por corregir, además de los exámenes (a dos por semana). No sé cuando voy a poder acabar todo pero tendrá que ser antes del 30 de junio, más que nada porque ese día cierra el instituto. Aún no lo hago bien, paso de demasiado dura a demasiado blanda con facilidad y no sé como torear a los alumnos agresivos pero, ¿alguien sabe? Sigue encantándome tener tanto tiempo libre pero no termino de aprovecharlo del todo. Por ejemplo ahora apenas son las seis y media de la tarde y ya estoy harta de exámenes. Después de este inciso para escribir (que ya me tocaba) voy a volver al menos hasta las ocho.
Ahora un secreto, estoy volviendo a ver "Friends" con V. No había visto apenas ningún capítulo y he creado un monstruo. En Navidad veíamos no menos de 5 capítulos al día. Y claro, tanto verles hemos encontrado parecidos entre nuestras personalidades y las suyas y yo soy como Monica, una obsesiva del orden y la limpieza. Un dato, llegué de viaje el martes a las 10, ayer me levanté a las 6 y volví del trabajo a las 3 y desde entonces hasta la hora de comer de hoy he estado limpiando sin parar toda la casa. Sólo he parado para comer y dormir. ¿Me parezco o no me parezco a Monica?
No sé realmente por qué he empezado este blog ni de qué voy a hablar en él. Lo descubriré cada día.
Sólo sé que hace poco que mi vida ha dado un salto y que tengo que ver mi pasado desde otra perspectiva.
Y mi futuro con más esperanza.