domingo, 29 de abril de 2007

Corleone

Desde Nochebuena hasta hoy solo he ido a ver a mis padres un día, en visita relámpago, y acompañada de V. En todo este tiempo ellos han venido una vez a Zaragoza, en enero o febrero, ya no recuerdo. Me propuse ir el fin de semana del Domingo de Ramos pero se fueron de vacaciones. Ha sido un solo día en cuatro meses, y eso que en las sesiones con mi psicóloga, esa que me dio el alta a finales de noviembre, me propuse ir una vez cada dos meses. Ni una más ni una menos.

Prefiero pasar los fines de semana con V que ir a verles y ellos se dan cuenta. Bueno, es ella, mi madre, la que se da cuenta, aunque no le haya contado nada sobre mi relación con V. Supongo que algo se imagina. Demasiadas visitas a Zaragoza, demasiados viajes a su ciudad.

Ella está molesta porque no voy y yo me siento culpable. Ella sabe que me hace sentir así y yo me resisto a hacer las cosas para quitarme ese sentimiento de encima. Ha sido nuestra forma de relacionarnos los últimos 32 años y medio.

Los próximos fines de semana también los tengo ocupados y no me apetece dejar ninguno libre para ellos pero algún día tendré que ir, ¿no? Después de todo la familia es la familia.

martes, 24 de abril de 2007

Clases

Jueves, 19 de abril del 2007
16:30 Restaurante VIPS de la plaza de Aragón de Zaragoza.

Demasiado tarde para comer pero al día siguiente tenía una boda y acababa de salir de la peluquería.

Justo enfrente de mí una pareja "pija". Él con pantalones de loneta, polo, calzado deportivo y gafas de pasta; todo muy sencillo pero con pinta de caro. Ella una fashion victim: moño deshecho, grandes gafas de sol a modo de diadema, collar, brazalete y pendientes de aro dorados, gigantes, todo a juego, y pañuelo al cuello al estilo de Audrey Hepburn en "Vacaciones en Roma":

No se entiende lo que hablan, apenas palabras sueltas. Sólo hay un momento en que...

Ella: ... la chica tiene 22 años y se casa en septiembre.
Él: Cuanto más bajo es el estrato social...

Vuelve a no entenderse nada pero ya tengo suficiente.

Hace poco le decía a alguien que las barreras sociales siguen siendo poco permeables, por no decir casi impermeables. Tenemos la falsa creencia de que no es así, en el colegio nos enseñan que no es así, pero yo lo veo cada día.

martes, 17 de abril de 2007

Deporte nacional

Lunes, 29 de enero de 1979. San Diego, California.

Brenda Ann Spencer tiene 16 años.
Vive enfrente de un colegio de primaria.
Su padre le había regalado un rifle por Navidad.
Ese día se levantó, cogió el rifle, se asomó a una ventana y empezó a disparar.
Hirió a 8 niños y a un policía.
Mató al director del colegio y al guardia de la puerta.
Cuando a las 6 horas acabó todo le preguntaron por qué lo había hecho.

“No me gustan los lunes. Esto me ha animado el día”

“No ha habido ninguna otra razón, simplemente era divertido”

“Ha sido como dispararles a los patos en una charca”

“(Los niños) parecían un rebaño de vacas ahí todos juntos, ha sido muy fácil cazarles”

Bob Geldorf compuso esta canción.


I don’t like mondays
The Boomtown Rats.

jueves, 12 de abril de 2007

La abadía de Northanger, por Jane Austen


Acabo de terminar este libro.

Algunos de mis libros favoritos son de Jane Austen. Hay quien piensa que sus libros son solo historias de amor para jovencitas sin nada dentro de la cabeza, pero nada más lejos de la realidad. Yo también sentía prejuicios antes de empezar a leerla.

La Austen es experta en analizar el comportamiento humano. La envidia, la ambición o la avaricia aparecen en sus obras pero también lo hacen otras características humanas aparentemente menos importantes pero que son las que más afectan a nuestras relaciones sociales como la vanidad, el exceso de confianza o la desconfianza, la impaciencia, el gusto por ir vestida a la moda o por los coches...

La abadía de Northanger no es uno de los que más me ha gustado de ella pero me ha servido para certificar que el gusto por los coches, el afán de presumir con ellos, de verlos como algo más que lo que son, un simple medio de transporte, y de darles una personalidad casi humana no surgió a finales del siglo XX ni es propio de nuestra sociedad mecanizada sino que ya se daba en 1818 y que es una característica típicamente masculina. Sí hablaba un joven llamado Mr. Thorpe en el libro:


-Yo sé que son veinticinco (millas) –afirmó- por el tiempo que hemos invertido en recorrerlas. Ahora es la una y media; salimos de las cocheras de Tetbury a las once en punto, y desafío a cualquiera a que consiga refrenar mi caballo de modo que marche a menos de diez millas por hora; echen la cuenta y verán si no son veinticinco millas.

[...]

-¿Cubierto de sudor? Lo que digo es que se fijen ustedes en las patas delanteras, en los lomos, en la manera que tiene de moverse. Les aseguro que ese caballo no puede andar menos de diez millas por hora. Sería preciso atarle las patas y aún así correría.

[...]

-Como habrá usted visto, la suspensión es excelente, por no hablar del cajón, los guardafangos, los faros, y las molduras, que son de plata.


Mr. Thorpe sería ahora “el Jose”, tendría un Seat León de segunda mano tuneado, presumiría de llantas y alerones, de que su coche le pide que pise el acelerador, de que lo arranca en segunda, de lo poco que tarda en ir de Zaragoza a Huesca, de que él es el que mejor conduce, y de que es capaz de recorrer 30 kilómetros de curvas marcha atrás y ganarte.

martes, 10 de abril de 2007

19 días

¡Que pronto nos acostumbramos los solitarios a estar acompañados!

Siete días de Semana Santa que se me han hecho a la vez largos y cortos. Mientras han durado he disfrutado cada momento, cada minuto. Algo tan sencillo como mirar un escaparate, comprar un libro o cocinar era todo un acontecimiento. Ahora que esos días han pasado parece que han durado unos minutos, que fue ayer por la mañana cuando llegó y que por la tarde ya se había ido.

19 días de agosto. Yo era la que no quería dar abrazos ni recibirlos y ahora planeo unas vacaciones conjuntas. Aún no sé exactamente donde iré ni que haré pero sé con quien estaré.

El año pasado, tener 19 días seguidos de vacaciones en agosto me parecían un montón, pero ahora se me hacen pocos.

Serán, como dice la canción, 19 días y 500 noches.

domingo, 1 de abril de 2007

Limonada

Estoy cociendo vino.

Es Semana Santa y me he lanzado, por segunda vez en mi vida, a hacer limonada. Es vino cocido con azúcar, canela, limones y naranjas.

La primera vez hice un litro y nos duró como un mes. Nadie se atrevía a bebérselo. Demasiado fuerte. Esta vez le he pedido la receta a otra persona.

La primera vez lo hice en casa de mis padres, que ya la beben cada año, y la mía no les gustó. Esta vez la llevaré una casa a la que me han invitado y donde no han probado nunca una limonada bien hecha, así que quizá tenga más suerte.

No saben lo que les espera.

Admito recetas de comidas y bebidas típicas de Semana Santa para poder destrozarlas libremente.