Figuras pequeñas. Caras pequeñas. Cráneos enormes que se desplegaban como esos vasos que llevaba de acampada cuando era pequeña y, en cada piso del cráneo, un jardín y una vivienda para no sé que seres.
Ruedas dentadas. Círculos de todo tipo cubriendo sus ropas.
Las figuras no caminaban, se deslizaban, y las caras a cada momento se hacían más pequeñas al tiempo que los cráneos seguían creciendo.
Todo era gris, blanco y sepia, un estilo a las fotos que nos enseñó Xnem hace unos días. Todo excepto las viviendas de la cabeza, que tenía unos frondosos jardines verde intenso.
No recuerdo más, sólo que yo miraba con curiosidad, que no sentía miedo ni ansiedad. Simplemente observaba porque sabía que cuanto más rato mirase las figuras se irían haciendo más y más complejas.
Y disfruté del sueño.
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3 comentarios:
Es evidente su significado.
No debes comer pulpo.
Besos.
¿Cómo se llama lo contrario de una pesadilla?
¿Sueño delicioso?
Me encanta soñar y veo que el guionista de sus sueños es de la misma escuela que el mío, en su buena época, cuando los recordaba casi a diario.
ummmmh! la mente sobre todas las demás cosas, que interesante tema.
demasiado turrones creo.
un beso.
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