lunes, 22 de junio de 2009

Sábado, domingo, lunes

Ayer domingo fue la celebración del 50 aniversario de boda de mis "suegros". Ellos pertenecen a una generación que lo celebraba todo en domingo porque se trabajaba de lunes a sábado. Mi suegra, de niña, iba al colegio también los sábados. Mi suegro incluso trabajó gran parte de su vida de lunes a domingo en una fábrica.

Yo pertenezco a una generación que lo celebra todo en sábado.

Es una de esas cosas obvias que han cambiado en este país de las que no nos damos cuenta. Gracias V por enseñármelo.

martes, 16 de junio de 2009

Se parecen demasiado

La primera foto es de Pekín, la noche del 3 al 4 de junio de 1989. Yo tenía 14 años y fue mi primer encontronazo con un acontecimiento histórico real. Después llegaron la caída del muro de Berlín, las guerras de Irak y otros muchos pero ninguno me afectó tanto como aquel. ¿Sería por la edad?

La segunda foto es de ayer, 15 de junio de 2009, en Teherán. Se parecen demasiado.



Plaza de Tiannanmen, Pekín, China 4_06_1989


Teherán, Irán 15_06_2009

Han pasado 20 años, y dicen que 20 años no es nada. En ninguna de las dos revueltas se piden grandes cosas, ni siquiera grandes cambios en el estado. En Tiannanmen los estudiantes querían un estado parecido al que tienen hoy, un poco más de libertad personal. En Teherán una mejor gestión de la economía, más libertades individuales y menos restricciones en las relaciones con el exterior. Y que se respete el resultado electoral, claro. Casi nada. Y lo menos importante para algunos y mucho para casi todas, poder vestir con libertad.

Hoy me siento casi igual que entonces aunque un poco diferente. He perdido la fe en casi todo. Lo único que quiero es que por favor, no muera nadie más, aunque sé que eso es imposible.

jueves, 11 de junio de 2009

Círculo vicioso


Necesito un trabajo. Por el dinero y por mí, porque me siento inútil, porque estoy harta de dedicar todo mi tiempo a lo mismo, a hacer de Mari y a estudiar catalán.

Poner una lavadora, recoger la ropa del tendedor y tender la nueva, terminar con el cambio de armario, ir a la verdulería, limpiar el baño de arriba, hacer la comida y seguir estudiando para el examen del miércoles. Ése es mi trabajo de hoy.

Y necesito apuntarme a un curso intensivo de catalán este verano, 300'60 €. Y arreglar el coche viejo, si se puede, 200 €. Y quizá comprar otro, 15000 €.

Y necesito trabajar, para sentirme útil, para que mi madre acepte venir a verme.

Y necesito aprender catalán, para poder trabajar, para dejar de estudiarlo con tanta intensidad de una puta vez y poder simplemente disfrutarlo en el cine, en la tele o en una novela.

Y necesito tiempo sin trabajar para poder estudiar.

Y otra vez al principio.

domingo, 7 de junio de 2009

Sin palabras

Ayer se me olvidó la palabra útil. La semana pasada utilicé encuadernar en vez de empadronar. Sólo son dos ejemplos de lo que me ocurre cada día. Cada día.

En mi última visita mi nuevo psiquiatra (ciudad nueva, psiquiatra nuevo), me dio dos sorpresas, una buena y una mala. La buena es que opina que no necesitaré tomar las pastillas toda la vida, aunque quizá sí por temporadas largas de pocos años. La mala es que a él no le gustan las pastillas que tomo, prefiere el litio.

No tomaré litio, me niego. Jamás. Pero me gusta esa idea poder de dejar las pastillas, de poder encontrar de nuevo las palabras en mi cabeza cada vez que las necesito.

Dentro de una semana y media tengo un examen importante de catalán. ¿Qué hago? ¿Le explico al profesor que doy rodeos al hablar, no porque no me sepa las palabras, sino porque tomo unas pastillas que me las roban?