jueves, 30 de noviembre de 2006

Crónicas desde mi celda



María me propuso hace tiempo (mucho) que hiciera una especie de guía de los rincones de Zaragoza que me gustan o que frecuento. He empezado a escribirlos y de momento no aparece la plaza del Pilar ni creo que llegue a salir, así que va a ser una guía un poco peculiar.

Hablaré de algunos lugares turísticos y de otros que no lo son tanto, el único requisito será que me guste el lugar, que me haya pasado algo especial ahí o que me haga pensar. De momento ya tengo escritos cuatro capítulos y pensados otros cinco. Cuando me lo mandó no pensé que se me ocurrirían tantos lugares.

Me parece una de las mejores tareas que me han mandado.

lunes, 27 de noviembre de 2006

11. El silencio (por Christopher Boone)

Hay gente que no soporta el silencio y hay gente que no soporta el ruido, pero ambas cosas son lo mismo.

A mí me gusta que llueva mucho. Suena como ruido de fondo por todas partes, que es como el silencio pero no está vacío. (Pág.136)

Cuando se escucha un sonido más o menos continuo durante el suficiente espacio de tiempo dejas de oírlo, y con él otros pequeños ruidos que haya a tu alrededor. Yo utilizaba este sistema para estudiar cuando iba a la facultad, me ponía la radio a un volumen medio y a los 3 o 4 minutos dejaba de oírla, a ella y a mis compañeras de piso, al vecino, al tráfico, al grifo que gotea..., sólo quedaba el silencio en mi cabeza.

Es como cuando estás alterado y sujetas la radio contra la oreja y la sintonizas entre emisoras y lo único que se oye es eso que llaman ruido blanco, y entonces subes el volumen al máximo y sabes que estás a salvo porque no puedes oír nada más. (Pág. 17)

Y cuando M y S se pelearon, yo cogí la pequeña radio de la cocina y me fui y me senté en la habitación de invitados y la sintonicé entre dos emisoras de forma que se oía sólo ruido blanco y subí el volumen y la sostuve contra mi oreja y el sonido me llenó la cabeza y me dolió de forma que no sentía otra clase de dolor, como el dolor de mi pecho, y no oía a M y a S pelearse [...]. (Pág. 249)

También he utilizado este método para dejar de oír cosas que no me gustaban, estuviesen dentro o fuera de mi cabeza. El sonido lo ocupa todo y no deja sitio para nada más, porque no sólo dejas de oír, también dejas de pensar. La única diferencia entre su método y el mío es que yo solía usar música o la televisión pero la próxima vez utilizaré el ruido blanco.

viernes, 24 de noviembre de 2006

7. Soy de ciencias (por Christopher Boone)

Repito esa frase hasta la saciedad en cualquier conversación, soy de ciencias. Ser de ciencias me ha ayudado a ser escéptica con los descubrimientos científicos que nos van a hacer más felices, con los productos milagro, con las nuevas “medicinas” del alma, con los agoreros que hablan del fin de la vida en la Tierra dentro de 50 años y exageraciones semejantes.

Puede que me equivoque pero veo más fácil que alguien de ciencias adquiera por su cuenta los conocimientos que proporciona una educación en humanidades que al revés. La base científica es más difícil de obtener de un modo autónomo. Por otro lado, el modo de ver las cosas de unos y otros habitualmente no es adquirido, a uno no le hacen de ciencias sino que tiene una forma innata de analizar lo que le rodea y esa forma puede parecerse o no al método científico.

La gente cree en Dios porque el mundo es muy complicado. Creen que es muy improbable que algo tan complicado como una ardilla voladora o un ojo humano o un cerebro llegue a existir por casualidad. Pero deberían pensar lógicamente, y si pensaran lógicamente, verían que sólo pueden hacerse esa pregunta porque eso ya ha sucedido y ellos existen. Hay billones de planetas en los que no hay vida, pero en esos planetas no hay nadie con cerebro para darse cuenta. Y es como si toda la gente en el mundo arrojara monedas al aire, a alguien acabaría por salirle cruz 5.698 veces seguidas y se creerían muy especiales. Pero no lo serían, porque habría millones de personas a quien no les saldría cruz 5.698 veces. (Pág. 203)


Yo no creo en Dios, dejé de hacerlo en mi adolescencia, justo después de recibir la Confirmación. A veces bromeo con eso y digo usaron el aceite equivocado para ungirme, que en vez de potenciar mi fe me la borraron de la cabeza cuando me dibujaron la cruz en la frente. También suelo bromear con mi Bautismo, a mí no llegaron a quitarme el pecado original (gracias, Dios) o mi interés por la ciencia ahora no existiría. Yo soy fan del árbol de la Ciencia.

Sí, la naturaleza es muy complicada pero eso no es prueba de que exista un ente director y mucho menos generador. Las casualidades existen, y miles de millones de casualidades han dado como resultado todo lo que vemos a nuestro alrededor.

Si he de creer en un ser director, en algo que rija nuestra vida y no sólo nuestra vida sino todo el Universo, me quedo con phi. En mi abarrotado estante de libros pendientes hay uno dedicado a este número. En cuanto lo lea, si logro entender algo de lo que pone, y espero que sí, escribiré algo por aquí. Para más información sobre phi mirad en Google.

Y la gente que cree en Dios piensa que Dios ha puesto seres humanos en la Tierra porque piensa que los seres humanos son el mejor animal, pero los seres humanos sólo son un animal y evolucionarán hasta ser otro animal, y ese animal será más listo y meterá a los seres humanos en un zoo, como ponemos a los chimpancés y a los gorilas del zoo. O los seres humanos cogerán todos una enfermedad y se extinguirán o producirán demasiada contaminación y se matarán a ellos mismos, y entonces sólo habrá insectos en el mundo y ellos serán el mejor animal. (Pág. 204)

En los últimos años me he hartado de escuchar hablar de que la contaminación va a acabar con la vida en el planeta, de que las bombas atómicas aniquilarán la Tierra, de que estamos destruyendo la Naturaleza... Pues no, nada de eso es cierto. Ni la contaminación, ni las bombas atómicas, ni el exceso de consumo de agua ni el avance de la desertificación acabarán con la Naturaleza sino que acabarán con una especia llamada homo sapiens, que es diferente. Somos una gran plaga como lo han sido otras especies antes que nosotros y todas han acabado desapareciendo.

Podemos extinguir muchas especies de animales y plantas pero aparecerán otras y quizá esas otras no nos sean útiles pero eso ya no será problema de la Naturaleza. Tenemos a nuestro alrededor mucho más de lo que necesitamos, si lo destruimos seremos los siguientes y os puedo asegurar que la vida en la Tierra podrá continuar sin nosotros, no somos tan importantes. Estamos educados para pensar que somos el fin (la meta) de la Creación o de la Evolución pero no lo somos, cuando desaparezcamos el mundo seguirá sin nosotros.


Muchas cosas son misterios. Pero eso no significa que no tengan una respuesta. Es sólo que los científicos no han encontrado aún la respuesta. (Pág. 131)

Hubo un tiempo en el que la química era magia y quemaban a las mujeres por practicar la medicina, los conocimientos los poseían unos pocos y eran cosa del Diablo. Ahora hay gente que cree en energías extrañas y poderes paranormales, en medicinas new-age, en “vibraciones”... dicen que esas cosas existen. Yo, hoy por hoy, no me lo creo. La mayor parte de todo eso es falso y al resto no se le ha encontrado aún una explicación lógica, pero que no se haya encontrado no quiere decir que no exista. Hubo un tiempo en el que predecir un eclipse era cosa de magos y se jugaba con la alquimia, ahora conocemos el movimiento exacto de los astros y estamos investigando la fusión fría.

No digo que la Ciencia lo sea todo ni los científicos los profetas de nuestro tiempo, entre ellos también hay simples y crédulos, pero de momento son lo mejor que tenemos para entender el mundo.

martes, 21 de noviembre de 2006

¿Libre?

Hoy mi psicóloga me ha dado la opción de terminar con mi terapia y estaría muy contenta si no fuese la cuarta vez que un psicólogo me da el alta. Hace semanas que sé que estoy mucho mejor, desde septiembre apenas he tenido días malos y los que ha habido han sido bastante normalitos pero prefiero no fiarme, he tenido demasiadas recaídas. Mentiría si dijese que no me alegra pero prefiero no tirar las campanas al vuelo.

De aquí a un mes tengo que decidir si quiero continuar o no, y si quiero hacerlo tengo que proponerme nuevas metas a conseguir, porque las que me propuse en febrero ya las he logrado. Tengo mucha tarea que hacer antes de Navidad.

Pase lo que pase, haga lo que haga, sé que jamás olvidaré el año 2006, han cambiado demasiadas cosas en estos últimos diez meses.

lunes, 20 de noviembre de 2006

Ella

Su voz es como una caricia

Y Ella da las mejores caricias



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The man I love - Ella Fitzgerald

miércoles, 15 de noviembre de 2006

5. La mentira (por Christopher Boone)

Hace unos meses ya escribí un post que hablaba sobre las mentiras. En él decía que gran parte de mi vida se apoyaba en ellas y que estaba atrapada sin poder salir de su red. Eso no es del todo cierto aunque siempre he pensado que sí.
Hace poco hablé de este tema con mi psicóloga y llegamos a la conclusión de que, al igual que en muchas otras ocasiones, mi percepción de la realidad está distorsionada, ni digo tantas mentiras ni lo dominan todo. Con cada paso que doy, cada vez que avanzo, me doy cuenta de todo lo que me queda por recorrer.


Una mentira piadosa no es una mentira en absoluto. Es cuando dices la verdad pero no toda la verdad. (Pág. 69)

Uso las mentiras piadosas habitualmente, me salvan de decir una verdad que prefiero ocultar, me salvan de que los demás sepan que oculto algo si no contesto, me salvan de mentir cuando la persona que tengo enfrente me importa. Suelo decir la media-verdad adecuada en cada momento para que la persona con la que hablo crea que ha escuchado justo lo que esperaba oír, aunque yo nunca lo haya dicho. Se me da bien, son años de experiencia.


Yo no digo mentiras. Madre solía decir que era así porque soy buena persona. Pero no es porque sea buena persona. Es porque no sé decir mentiras. (Pág. 32)

He querido poner esta parte para los que se empeñan en decir que no soy como Christopher. No, no soy igual aunque nos parecemos. Ésta es una de las diferencias más importantes, yo sí sé decir mentiras pero no es porque sea mala persona, sólo es autodefensa.

lunes, 13 de noviembre de 2006

3. Concentración y memoria (por Christopher Boone)

También me gusta El perro de los Baskerville porque me gusta Sherlock Holmes y creo que si yo fuese un detective como es debido es la clase de detective que sería. Es muy inteligente y resuelve el misterio y dice

El mundo está lleno de cosas obvias de las que nadie se da cuenta nunca ni de casualidad.

Pero él sí se da cuenta, como yo. En el libro también se dice

Sherlock Holmes tenía, en grado sumo, el poder de abstraer la mente a voluntad.

Y en eso es como yo, porque si una cosa me interesa de verdad, como hacer ejercicios de matemáticas o leer un libro sobre las misiones del Apolo, o los Tiburones blancos, no me doy cuenta de nada más, y Padre puede estar llamándome para que vaya a cenar y yo no lo oigo. (Pág. 100)

De niña me sentaba a leer y me concentraba tanto que mis padres o mi hermana me hablaban y no les oía ni les veía. A veces incluso les contestaba coherentemente pero realmente no había escuchado la pregunta, era como si una pequeña parte de mi cerebro se ocupase de eso para dejar al resto disfrutar del libro. Ahora apenas me ocurre, mi capacidad de concentración y aislamiento es menor y eso me ayuda porque no dejo de tener contacto con otras personas por leer pero me perjudica por ejemplo cuando necesito concentrarme para realizar ciertas técnicas de relajación.

Mi memoria es como una película. Por eso soy realmente bueno a la hora de acordarme de cosas, como las conversaciones que he escrito en el libro, [...].
Y cuando la gente me pide que recuerde algo puedo apretar simplemente el Rebobinar y el Avance Rápido y la Pausa como en un aparato de vídeo, más bien como en un DVD porque no tengo que rebobinar todo lo que hay en medio para llegar a un recuerdo de algo que pasó hace mucho tiempo. (Pág. 105)

Soy capaz de recordar casi todas las conversaciones que he tenido en los últimos meses. Conforme pasa el tiempo la exactitud de lo que recuerdo es menor pero aún así me vienen a la cabeza frases que me dijeron hace años. Suele resultar molesto que alguien con quien hablas te recuerde que cierto día de hace equis meses dijiste exactamente tal cosa, así que intento callarme pero suelo ser bastante bocazas y al final siempre suelto alguna. Esa costumbre me jugó alguna mala pasada cuando era pequeña porque a los adultos no les gusta que los niños les recuerden sus olvidos o les pillen en mentiras.

Siempre he pensado que tengo buena memoria porque me concentro en los detalles, que ambas cosas están relacionadas y que yo no tengo olvidos, que cuando no sé algo es que nunca ha llegado a entrar en mi cabeza. Ahora mi concentración es mala y mi memoria sigue siendo buena así que seguiré investigando.

viernes, 10 de noviembre de 2006

Difícil elección

Hace unos días Miss Marple me recomendó en un comentario que hablara de las cosas bellas de la vida y de entre ellas de los bomberos de Bilbao. Le contesté que no tenía las fotos y tres mujeres diferentes me las han mandado. GRACIAS A TODAS.

Este mediodía, en las noticias de no se qué canal (tengo que dejar definitivamente de ver la tele), han dicho que el Papa ha decidido posar también en un calendario para recaudar fondos.

Ahora nos toca elegir entre...

Mister junio


y...

El amigo de los niños


Para ayudar un poco, el Papa acaba de mandar una carta a Israel para que prohíba la marcha del orgullo gay pero no les recrimina por el asesinato de 18 civiles inocentes.

Yo aún tengo dudas.

martes, 7 de noviembre de 2006

To be, être, ser o estar

Siempre me ha gustado hablar en un idioma que diferencia los verbos ser y estar. Recuerdo que cuando estudié francés o más tarde inglés me costaba comprender como pueden entenderse sin hacer esa diferenciación. Lo mismo me ocurría con los verbos haber y tener (to have y avoir).

Ser y estar, la diferencia entre lo permanente y lo mutable, entre lo innato y lo adquirido, entre la esencia y lo accidental, entre lo que apenas podemos cambiar y en lo que nos convertimos, queramos o no.

Ser indica continuidad, una característica propia y permanente. Estar refleja un estado pasajero o, al menos, un rasgo ajeno a nosotros mismos. No es lo mismo ser guapa que estar guapa, ser delgada que estar delgada, ser una loca que estar loca.

Esta mañana he leído una viñeta cómica en un periódico gratuito en la que se hacía una broma con la diferencia entre ser soltero y estar soltera. Los hombres son solteros y las mujeres están solteras decía la viñeta, presuponiendo que ellos quieren mantenerse así y que nosotras queremos cambiar esa parte de nuestra vida.

Hoy estoy cabreada pero se me pasará. Ventajas de hablar español.

viernes, 3 de noviembre de 2006

2. Me llamo if (por Christopher Boone)

Hoy empiezo a explicarme por medio de las palabras que dice o piensa Christopher. Todos los textos que escriba estarán sacados de contexto y no indicarán nada del desarrollo de la historia así que podéis leer con calma. Al final de cada texto pondré el número de la página del libro entre paréntesis (¡qué cuadriculada soy!).

Me llamo Christopher John Francis Boone. Me sé todos los países del mundo y sus capitales y todos los números primos hasta el 7.507. (Pág. 11)

Yo no sé todo eso pero mi cerebro es un gran almacén de datos inútiles. La verdad es que no sé como han llegado hasta ahí pero cuando los necesito acuden. Por ejemplo, no tengo ni idea de porqué sé que los cortes longitudinales en los brazos son más efectivos que los transversales si quieres suicidarte pero me resultó muy útil recordarlo para responderle hace poco a alguien que me recomendó que me suicidase usando ese método.

Éstos son algunos de mis Problemas de Conducta
A. No hablar durante mucho tiempo.
B. No comer o beber nada durante mucho tiempo.
C. No gustarme que me toquen.
D. Gritar cuando estoy enfadado o confundido.
M. Decir cosas que a la gente le parecen groseras.
R. Ponerme furioso cuando alguien ha movido los muebles. (Pág. 66)

He elegido esos comportamientos de entre su lista porque son los que compartimos:

A. Me ha ocurrido pocas veces pero importantes. Hace muchos años estuve dos o tres meses sin hablar con mis compañeras de piso., entonces lo achaqué a que se portaban mal conmigo, ahora sé que mi percepción de la realidad estaba distorsionada.


B. Hasta este año no me había pasado pero desde enero he dejado de comer varias veces. Mi record son 6 días sin comer absolutamente NADA. No me siento orgullosa de ello.


C. Tengo que tener mucha confianza con alguien para permitirlo y aún así sólo lo acepto cuando me encuentro bien, si me siento triste, enfadada, avergonzada... no puedo soportarlo.


D. No suelo gritar cuando me enfado pero cuando estoy confundida, cuando algo me sobrepasa, suelo reaccionar gritando y enfadándome con todo el mundo aunque eso sólo ayuda a aumentar mi confusión.


M. No se callarme (a veces no quiero). Gran defecto.


R. Me gusta el orden, mi orden, y no soporto que lo alteren. Los cambios me enfadan, me descolocan de tal modo que hasta que no pongo todo como yo quiero no puedo parar.


Y éste es sólo el principio...