miércoles, 27 de abril de 2011

Hoy salgo del armario

Hace al menos un mes me enteré de que se iba a convocar una procesión-manifestación atea en Madrid y como en clase de catalán nos habían pedido que escribiésemos un texto de tema libre, decidí hacerlo sobre eso. No sabía que además de atea soy adivina.

Éste es el texto traducido al español:

La tetera de Russell

La tercera semana de abril se celebrará en el barrio madrileño de Lavapiés la primera luna llena de primavera y como, por casualidad, coincide con la celebración de la Semana Santa católica, han decidido copiar su modelo porque funciona muy bien, por eso sacarán en procesión una tetera de los chinos en conmemoración de la tetera de Russell. ¿Conseguirán los permisos del ayuntamiento? ¿Recibirán críticas por blasfemos o irrespetuosos? ¿Podrán manifestar sus creencias, o no creencias, libremente? Probablemente no. ¡Ah! ¿Pero en este país no hay libertad religiosa? Sí, claro, pero la libertad religiosa es para los que tienen religión. Y los que no, ¿qué hacemos?

A los ateos aún nos piden que expliquemos por qué no creemos en dios o que demostremos su inexistencia. También nos impiden decir en voz alta que la religión es una mentira, a pesar de que los miembros de cada una de esas religiones puede criticar a las otras y todas juntas llamarnos heréticos, blasfemos o mentirosos. Incluso en el siglo XXI y en un país no confesional tenemos que luchar para quitar las cruces de los colegios públicos o de la mesa donde se promete la Constitución.

Por todo esto es necesario sacar en procesión la tetera de Russell y, si hace falta, el monstruo del espagueti volador o el unicornio rosa, aunque sea invisible. Si no podemos decir que no creemos en nada tendremos que decir que creemos en cosas tan absurdas como las suyas.