jueves, 4 de mayo de 2006
Mediterráneo
¿Puede una persona del interior añorar el mar como si fuera algo suyo?
Cada año espero la llegada de las vacaciones para ir a Málaga.
De niña me quedaba todo un mes. Ahora una semana, a lo más quince días.
Cuando bajo del tren veo a mi familia esperándome. Les beso y entro rápidamente en el coche, impaciente por verlo, por olerlo.
Cuando el coche gira y él aparece, bajo la ventanilla e inspiro profundamente.
El aroma de la sal me invade.
El color azul, los distintos azules, acaparan toda mi atención.
Mi familia me habla pero apenas les escucho.
Seguimos por la carretera hacia el este.
Y lo sigo viendo, intermitentemente, entre los cerros.
Cuando llegamos se que todavía tendré que esperar todo un día para acercarme, para tocarlo.
Y el momento llega.
Borro las sombrillas, los turistas, los vendedores que gritan su mercancía.
Sólo queda el olor de los espetos y del salitre.
Entro en ese agua, siempre fría (gracias, corrientes), que me hace contraer todos los músculos del cuerpo.
Y meto la cabeza, abro los ojos y sonrío.
De nuevo estoy en casa.
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19 comentarios:
No existe ningún lugar que nos haga sentir las mismas cosas que sentimos cuando estamos en casa. Es una sensación creciente, casi eterna.
Un abrazo If.
Yo nací al lado del mar... no creo que haya experiencia más armoniosa...
saludos If!
SOLO VUELVE HA SER NIÑA,,,,...... A CORRER.............
QUE TU SEMANA LA APROBECHES TANTO COMO UN MES...
... UN ABRAZO VIRTUAL
dios me encanta mi mar caribe no lo cambiaria por nada me hace sentir en casa y segura
Me has dado unas ganas de zambullirme que no te cuento.
Tal como lo describes es una maravilla.
Un beso.
Ahora que vivo lejos del mar en donde crecí también lo echo de menos. Antes lo veía desde la ventana de mi habitación y no le hacía caso, ahora tengo que ir a trabajar para verlo...las cosas de la vida, cuando tienes algo cada día no le das importancia, y cuando no la tienes no te imaginabas lo mucho que lo ibas a echar de menos. Un beso con olas y viento de marejadilla.
He notado que mucha de la gente que vive al lado del mar no lo aprecia. Lo tiene muy visto.
Una amiga malagueña una vez me preguntó que cómo hacíamos para orientarnos aquí sin mar. Allí todo es hacia le mar, paralelo a la playa... Me hizo mucha gracia. Pero tiene razón. Éstos días en Barcelona lo hice para orientarme.
vylia, esa es mi casa. Aunque tenga que salir a respirar de vez en cuando.
33, te cambio la ventana.
reaño, yo nací en medio de un desierto, y eso marca.
guaguau, ¿niña otra vez? Quizá estaría bien si no tuviese que pasar la adolescencia de nuevo.
blue, me alegra que me entiendas, aunque sea desde otro mar.
toro, ¿a qué esperas? Lo tienes tan cerca. Y cuando entres piensa en mí ¿vale?
samcorco, lo echamos de menos. Yo espero volver a verlo este año. Un abrazo de corrientes cálidas y espuma
A mí me gusta el mar, el ruido de las olas, la playa, el sol, la brisa, la cervecica del aperitivo mirando el mar, leer un libro que te encanta en la playa cuando ya se ha ido el sol, correr por la orilla cuando es casi de noche, pasear, bañarse de noche, jugar con las olas, dormir en verano y escuchar el ruido de las olas...
El frío en los tobillos con cada ola cuando paseas por la orilla...
Esa es la postal.
La geografía de tu alma.
Nestor
En ese mar y en esa tierra siempre quedarán las estelas de caminos que nuestro corazón guarda, como esencia de perfumes de inocencia, por “eso” entrar en el agua, abrir los ojos y sonreír, es volver a esa inocencia que sin darnos cuenta tanto añoramos.
Besos de mar y de vuelta a casa.
Nestor, todo el blog es la geografía de mi alma. Aún hay muchos puntos oscuros que quiero dibujar.
seilgard, la inocencia queda ya muy lejos. No se si la añoro o si odio cuando la tenía. Pero en ese momento, con la cabeza dentro del agua, no hay nada ni nadie que pueda dañarme.
No hay nada como correr por la orilla con los brazos estirados, el viento dándote de lleno en la cara y la olas llegando hasta tus pies. Y lo mejor de todo, es cuando metes la cabeza en el agua y entonces no hay ningún niño que te salpique, ningún balón que te dé, ninguna conversación sin sentido, ningún ruido. Sólo tú y esos pececillos que intentan chuparte los dedos de los pies.
Yo tengo una visión diferente del mar porque n Murcia tenemos playa pero no es como las demás; además, no se ve desde la ciudad pero todos estamos acostumbrados a que en cuanto sales del valle en el que estamos sumergidos, no tardas ni dos minutos en verlo. Así que se podría decir que lo descubrimos cada semana pero lo llevamos dentro de toda la vida.
Yo tb echo de menos el mar. Antes lo veía mucho, ahora menos; soy marinera de "terra endins" como decimos aquí.
Para mi significa tranquilidad, relax, familia, bienestar... paz. Echo de menos sentirme así con solo verlo.
Un beso, guapa!
maría, a las dos nos gusta el silencio que se produce cuando metemos la cabeza bajo el agua. ¡Qué envidia me dais los que vivis en la costa!
kayra, te esperaba, marinera de terra endins. Un beso.
No lo podías decir mejor; como pez en el agua. Dicen que la vida viene del mar, aunque algunos mamíferos terrestres hayan preferido volver, como las ballena y los delfines claro.
Yo le tengo mucho respeto al mar, pero me encanta, aunque tener las cosas cerca es un poco no verlas.
A mí también me da mucho respeto. No me meto muy hondo porque me da miedo.
No se si viviera al lado si lo querría tanto. Quizá no.
Vivo muy cerca del mar, en Barcelona y lo adoro igualmente. Amo la Costa Brava, la Costa del Sol, esa infancia en las playas de Nerja, en los merenderos... Te entiendo muy bien, ese olor a espetos, que recuerdos...
Hoy, tiraré mi ropa sucia al mar, mi desdicha junto a ti, al mar... Los motivos, la miseria al mar... Todo lo que un día fui al mar...
(fragmento de una canción de Skizoo). Yo lo interpreto como una renovación personal, te desprendes de todo, te tiras al mar y renaces como alguien distinto. Vente a Barcelona y lo hacemos!
Ana (vamp)
No se cuando podré volver, pero cuando vaya tendré que quedar con mucha gente :) Te apunto.
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