viernes, 12 de mayo de 2006

Con la voz y la palabra (VI)

Perdí la llave,
se olvidó la muerte
de colocar en mí
su cerradura.

Sol Acín

4 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Gracias.

Pam dijo...

Hola If!!
He estado leyendo tus cositas, lo de tu enfado y tal.
Supongo que el hecho de no poder desahogarse, le pone a uno más cardíaco todavía. A mí me pasa. Si no lo sueltas, revientas. Se me pone un nudo en el estómago.
Un consejillo, si me permites: no acumules mucha mala leche dentro mientras no le veas, porque es probable que cuando te encuentres a esa persona, le digas cosas de las que después te puedes arrepentir, en un arranque de rabia.
Besitos, presidiaria.

if dijo...

toro, gracias por leerme aún y por agradecer estos penosos post. Pero no doy más de mí.

pam, le grité, pero me contuve muchas cosas para no tener que arrepentirme luego, y espero no tener que decirlas.

vylia dijo...

Es triste, preciso, precioso. Son olvidos momentáneos, cuando ella se acuerda, nos lo hace saber.

Un abrazo.