martes, 6 de marzo de 2007

Suerte

Tengo suerte de tener un trabajo que no me gusta para el que salgo de casa a las nueve y media de la mañana y vuelvo a las nueve de la noche pero en el que me da tiempo de venir a comer caliente.

Tengo suerte por tener la mitad de los sábados libres después de años sin tener más fiesta que los domingos.

Tengo suerte por cobrar el sueldo mínimo de mi convenio a cambio de hacer un trabajo de una categoría para la que me correspondería como mínimo un 10% más pero en el que al menos no hago horas extra sin cobrar.

Tengo suerte de poder negociar las vacaciones aunque el año pasado tuviera que jugármela para conseguir 15 días en las fechas que quería.

Tengo suerte de ser más lista que mi jefa aunque tenga que hacerme la tonta para poder conseguir la mitad de lo que pretendo.

Tengo suerte de tener unas condiciones de trabajo dignas porque si pretendiera cambiar de empresa tendría cerradas la mayoría de las puertas de mi sector ya que mi jefa es muy conocida en él.

¿Y si tengo tanta suerte por qué ahora tengo ganas de llorar?

12 comentarios:

zahoneo dijo...

si tienes ganas de llorar, llora, no cambiaras de trabajo ni tu jefa cambiara tampoco...

... pero en esas lagrimas se irá parte del peso que soportar, te lo digo por propia experiencia

si me aceptas un consejo, ponte en el lugar de quienes no estan como tu, no me refiero a los que estan mejor que tu, sino a los que estan peor que tu

María dijo...

Es que a veces nos quejamos de vicio... :P
Un mal día en el trabajo?

Yo esta semana he decidido no quejarme, a ver qué pasa. Total , no tengo tiempo ni para refunfuñar...

Saludos!

Robertö dijo...

es que tambien tienes mucha suerte en poder emocionarte y sentir ganas de llorar. No creo que sea algo malo.

Si no lloraras no escribirías tan bien y no conocerías a ni uno solo de los que vienen aquí a leerte. Pero eso tampoco te lo puedo demostrar, al igual que lo de los cristales de agua y los pensamientos.

Un beso. No te doy ánimo porque te sobra.

vylia dijo...

Porque siempre queremos más... merecemos más.

Un abrazo.

Zeivia dijo...

joer... después de leer esto dudo que me queje alguna vez de tener un día duro en el trabajo.

Me gustaría poder animarte o consolarte de alguna forma, arrimarte cualquiera de mi hombros sobre el que pudieras apoyarte y llorar cuanto quisieras para desahogarte.

Lamento no poder hacer por tí más que llevarte en mis pensamientos, rezar por tí para que algún día seas correctamente valorada en tu trabajo, animarte desde los 70 km que nos separan, y en todo caso, invitarte a que cambies de aires y pruebes fortuna en otra ciudad si tan mal lo vas a tener en Zaragoza. Huesca podría representar una oportunidad.

Aquí nos tienes si nos necesitas. Animo!!!

1 besico.

xnem dijo...

Los toreros siempre lo dicen al salir a la plaza. “Que Dios reparta suerte”.
Y la reparte, es cuestión de entenderlo.

La suerte no es gratuita, no te cae del cielo, es una mezcla de inteligencia, sabiduría y aprovechar la ocasión justa.
A mi a veces, sin motivo aparente, también me dan ganas de llorar y lloro. No recuerdo que de pequeño me dijeran aquello de “los niños no lloran”, y va muy bien, llorar es un antidepresivo fenomenal, te deja muy relajado, mejor que ninguna otra pastilla.

MeTis dijo...

tienes suerte, no te quejes. A mi no me toca ni el reintegro. Yo empiezo a trabajar el dia 20 y ya cnoces mis condiciones...

Y alegrate de poder llorar, lo preocupante sera el dia que no podamos. Hacerlo indica que todavia estamos vivas y sentimos. Para bien o para mal lo estamos.

besos

TORO SALVAJE dijo...

Ni te explico If.

Un beso y ánimo.

Ya sabes.... aunque me parece que no te voy a servir de mucho ahora mismo.

Anónimo dijo...

El que no llora no mama dice el refrán, así que tómatelo como algo positivo, lloras porque no te conformas, porque tienes afán de superación y esas ganas de soñar con más son las que te dan fuerzas para luchar por conseguirlo. ¡¡¡ARRIBA IF!!!

Noa- dijo...

Quién reparte la suerte?

Saludos

Anónimo dijo...

Con tanta suerte sólo puedes llorar de alegría, digo yo, ¿no?
Pues eso: un abrazo y... ¿suerte?

;b

Anónimo dijo...

Coño, ¿la suerte es contagiosa?
ánimo. cuando una puerta se cierra otra se abra (o eso dicen) porque a mi el otro día a poco me dejan sin napia de un portazo.