domingo, 26 de febrero de 2006

La navaja de Occam


Esta es la ley que rige mi vida. Mi mente analítica.

Entia non sunt multiplicanda praeter necessitatem

No ha de presumirse la existencia de más cosas que las absolutamente necesarias

8 comentarios:

Marc dijo...

La solución será la más lógica, seguramente la primera que pienses ;)

Occam, a ver si esta vez no se me olvida ;)

if dijo...

Estoy acostumbrada a analizarlo todo y a buscar la respuesta más sencilla. La más lógica.

Pero como te dije una vez, hay cosas que no se pueden analizar objetivamente. Y ahí me pierdo.

Tendré que buscar otra ley :S

Sí, Guillermo de Occam.

Cyan_Bloodbane dijo...

jejeje si ya lo dcia house-dios
a veces la ns esforzams tanto en buscar una respuesta qno vemos qla tnms ante nosotrs

if dijo...

Ya me gustaría parecerme a House-dios. Es grande.

Espero encontrar pronto la respuesta, pero primero tendré que saber la pregunta, y eso es lo más difícil.

Le preguntaré a House, por supuesto.

Edmundo Dantés dijo...

Hola mi querida If, aqui sigo de curioso leyéndote. Me gusta mucho lo que escribes, me haces pensar y reflexionar pero lo haces de un modo muy dulce, muy tierno. De verdad que me gusta mucho.

En cuanto a este post...

Veo que no coicidimos solo en la carcel... y me alegra mucho darme cuenta de ello.

¿Sabes que has descrito parte de mi propia filosofía?

La navaja de Occam y la duda razonable de Descartes son parte indispensable de mi brújula en mi viaje de vida.

Un abrazo.

if dijo...

Gracias por leer los post más antiguos.
Ésta filosofía sirve para la vida en general pero para los sentimientos es un auténtico desastre, te lo aseguro.
Y en cuanto a lo de dulce y tierno..., no se, últimamente me lo dicen mucho pero no me lo termino de creer.

Unknown dijo...

No, no me creo lo de esta ley, me lo ha demostrado la experiencia

if dijo...

Te puedo asegurar que es una ley que funciona en el 99% de los casos de la vida en general. Lo malo es que yo la usaba también para analizar mis sentimientos, y ahí falla en el 100%. Eso lo he aprendido a golpes.