La primavera pasada el ayuntamiento llenó el centro de Zaragoza de poemas. Uno de ellos me hizo pensar mucho en lo que significa crecer y madurar. En lo que se pierde; la inocencia, la rebeldía, la sensación de ser invulnerable...
Es esta:
Es esta:
Cuando era muy joven y mi vida era tan ávida, quería destruir el orden establecido: la familia, el estado, la religión, el mundo.
Ahora quiero que no me destruyan.
Ahora quiero que no me destruyan.
por Ángel Guinda
4 comentarios:
Es duro, pero bastante real. De jóvenes siempre soñamos con cambiar el mundo, poco a poco vamos dándonos cuenta que lo que tenemos que hacer es no dejar que el mundo nos cambie a nosotros... Eso sí, si queda una pizca de esa fuerza para cambiar el mundo, mejor, siempre ayuda :)
Hace años, en la universidad escribí una dedicatoria en un libro que regalé. Se me ocurrió en el momento pero creo que la había leido antes en algún sitio. Decía así:
A Xxxx, porque quieres cambiar el mundo y no entiendes que es el mundo el que nos cambia a nosotros.
Creo que aprendí esa lección demasiado pronto :(
Buena frase, cierta, aunque en parte creo q es sano no perder las ganas de cambiar el mundo. Y quiero seguir con una vida ávida!
Vuelve mi complejo de Peter Pan...
Besos!
A mi también me pareció muy buena, por eso la copié y la llevo guardando casi un año. Supongo que esperaba a ser puesta en un blog xD.
Se feliz con tu vida ávida y tu complejo de Peter Pan. Si lo tienes, no lo pierdas. Y pásame un poco, porfa... :)
Petonets
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