martes, 4 de agosto de 2009

Ajoblanco

Almendras, harina de habas, ajo, aceite de oliva, sal, vinagre, pan, uva y agua.


Salí de casa, cerré con llave y recibí un mensaje en el móvil. Mientras esperaba el ascensor lo leí. No recuerdo que hice en ese momento pero mi siguiente imagen es dentro de casa, sentada en el suelo, con la espalda apoyada en la puerta, llorando y pataleando.

Después no pude recorrer los 816 kilómetros para ir a despedirme de ella. Ni los recorrí unos días antes.
Aún me pesa.

Han pasado muchos años, no sé cuantos, ni en que fecha exacta ocurrió.

Pero he hecho ajoblanco. Y seguiré probando hasta que sepa como el que ella hacía.

5 comentarios:

Vita dijo...

Quizás no sea como el de ella pero a mí me ha encantado el tuyo.

TORO SALVAJE dijo...

Seguro que le gusta ver tu insistencia.

Hoy un abrazo enorme If.

MeTis dijo...

cuando lo hagas tantas veces como ella seguro que no veras la diferncia.

Debe de estar contenta.

besos

yo me siento en su mecedora cada dia.

xnem dijo...

Son esas pequeñas cosas las que hacen que aunque ya no estemos, sigamos aqui. Abrzo.

Blau dijo...

Estoy segura que sabe a su recuerdo.