lunes, 27 de noviembre de 2006

11. El silencio (por Christopher Boone)

Hay gente que no soporta el silencio y hay gente que no soporta el ruido, pero ambas cosas son lo mismo.

A mí me gusta que llueva mucho. Suena como ruido de fondo por todas partes, que es como el silencio pero no está vacío. (Pág.136)

Cuando se escucha un sonido más o menos continuo durante el suficiente espacio de tiempo dejas de oírlo, y con él otros pequeños ruidos que haya a tu alrededor. Yo utilizaba este sistema para estudiar cuando iba a la facultad, me ponía la radio a un volumen medio y a los 3 o 4 minutos dejaba de oírla, a ella y a mis compañeras de piso, al vecino, al tráfico, al grifo que gotea..., sólo quedaba el silencio en mi cabeza.

Es como cuando estás alterado y sujetas la radio contra la oreja y la sintonizas entre emisoras y lo único que se oye es eso que llaman ruido blanco, y entonces subes el volumen al máximo y sabes que estás a salvo porque no puedes oír nada más. (Pág. 17)

Y cuando M y S se pelearon, yo cogí la pequeña radio de la cocina y me fui y me senté en la habitación de invitados y la sintonicé entre dos emisoras de forma que se oía sólo ruido blanco y subí el volumen y la sostuve contra mi oreja y el sonido me llenó la cabeza y me dolió de forma que no sentía otra clase de dolor, como el dolor de mi pecho, y no oía a M y a S pelearse [...]. (Pág. 249)

También he utilizado este método para dejar de oír cosas que no me gustaban, estuviesen dentro o fuera de mi cabeza. El sonido lo ocupa todo y no deja sitio para nada más, porque no sólo dejas de oír, también dejas de pensar. La única diferencia entre su método y el mío es que yo solía usar música o la televisión pero la próxima vez utilizaré el ruido blanco.

13 comentarios:

María dijo...

El ruido blanco me pone de los nervios. Creo que es lo que sonaba al terinarse el vídeo de The ring, no?

Yo prefiero la música; todo lo hago mejor si hay música de fondo. Y si no la hay, me la pomgo yo, porque siempre hay música en mi cabeza.

TORO SALVAJE dijo...

En Barcelona siempre hay ruido, constantemente, y ya me he acostumbrado a vivir con él, soporto bien para dormir el ruido de coches, autobuses, etc., en cambio me altera profundamente si pasa alguien por la calle gritando. Me he acostumbrado y tolero los ruidos de máquinas pero no los de humanos, quizás porque los primeros siempre quedan ahí, y los segundos a veces desembocan en tragedia.

Recuerdo mi última salida a un pueblo de montaña, y el silencio sobrecogedor, acojonante de la noche, lo vivía como un zumbido que me angustiaba, no se oía nada, pero nada de nada, ya sé que en teoría tendría que ser la situación ideal para dormir, pero a mí no me gustaba. En absoluto. Era como estar en la nada.

Yo no podía estudiar con ruidos, recurría a los tapones de silicona, como se dice el vuelo de una mosca para mí era más interesante que lo que tenía que memorizar. Falta de concentración.

Todavía recurro a los tapones de silicona si me quiero aislar.

xnem dijo...

“Ruido blanco” que concepto tan interesante, a estos Christopher Boone-Mark Haddon hay que tenerlos muy en cuenta.

Nunca hay un silencio absoluto, solo un astronauta que ha desconectado la radio lo puede sentir y aún así seguro que tararearía canciones tipo “daysi.., daysi” como hacía el ordenador Hall de la película de Kubrick/C.Clarke al ser desconectado.
Hay en México un lugar especial llamado “El valle del Silencio” en Pinacate, al Norte, hay otro en el Bierzo, pero el mexicano es especial, realmente mágico. En ninguno existe el silencio absoluto, aunque se puede encontrar la paz, que es muy distinto.

Yo escucho música casi siempre que estoy en casa, cuando hace días que no la pongo veo que no estoy bien, que no estoy normal, algo pasa. No me gusta llevar música cuando camino, no la soporto, prefiero el “sonido directo”.

Silencio se puede definir como ausencia de ruido y al contrario.
Otra cosa es el ruido terapéutico, ese parche que tapa a la vecina que grita a los niños o el pirao de la moto de escape libre. Eso es realmente ausencia de paz.

If creo que estas pidiendo a gritos informarte sobre la meditación, esa es una buena forma de aislarse, interiorizarse y relajarse sin tener que poner la radio a todo trapo y matarse los huesecillos de la oreja.

vylia dijo...

Yo intento disfrutar de ambos. Me gusta estudiar escuchando música y me relajo con lo mismo. A veces pongo la misma canción tantas veces que mi biblioteca musical se pone celosa. Qué se le hace, disfruto el silencio que brinda la melodía.

Un abrazo If.

Anónimo dijo...

¡Hola If!

Yo me acostumbré a estudiar con ruído a los 11 años, porque en los recreos me quedaba en clase adelantando tarea y algunos compañeros se quedaban a jugar allí.

A veces me ponía una misma canción o disco durante horas para hacer las láminas de dibujo (aunque creo que era porque me concentraba y se me olvidaba cambiarlo,jejeje)

Tambíén porque en mi antigua casa, compartía cuarto con mi hermana y para no molestarla me iba a hacer la tarea a la salita delante de la tele.

Me he sacado el cole, el insti y la carrera estudiando delante de la tele y con ratos de silencio también. La fisio de mi madre hacía algo parecido y en un examen recordaba una pregunta asociándola con la escena de la peli que estaba viendo cuando se la estudió.

Me gusta el silencio pero no para estudiar solamente sino también para oírlo por "higiene mental".

Besines.

if dijo...

María, no he visto The ring, así que no sé. Yo antes no podia estar en silencio en casa, siempre con musica o la tele haciendo ruido, ahora disfruto del silencio. Aún así con las dos formas consigo lo mismo, no escuchar nada.

WWW, me pasa como a ti, cuando me concentro no oigo nada, pero a veces necesito primero no oir nada para concentrarme.

Toro, yo pasé horas en la sala de urgencias de un hospital con una amiga porque se le quedó dentro del oido un trozo de silicona, cuidado con ellos. Supongo que no te molesta el tráfico porque es como el ruido blanco, monótono y al final es como el silencio, sin embargo en verdadero silencio se escucha todo. ¿Y no te molesta el sonido de tu corazón cuando usas los tapones?

Xnem, hice algo de meditación cuando iba a clases de Tai-chi, pero dejé de practicar y con la meditación hay que ser muy constante. Debería volver a meditar, a practicar respiración abdominal y relajación muscular... buff, que estrés.

Vylia, yo también hago eso. No hace mucho hablé aquí de una cancuión de Keane que escuché decenas de veces en una tarde. Nos parecemos demasiado jajaja

Miss Marple, ¿tú también eras la empollona de la clase? ¡Vaya par! Yo siempre he estudiado con la tele o con la radio y he sacado una carrera, lo que no podía hacer era estudiar en silencio porque entonces escuchaba ruidos. ¿Besines? Prefiero besos a secas. Un abrazo.

Seilgard dijo...

“En la desnuda luz miré,
vi mil personas, tal vez más.
Gente que hablaba sin poder hablar,
gente que oía sin poder oír.
Y un sonido que los envolvía sin piedad,
lo puedo oír, sonido del silencio…”

De los Sonidos del silencio…
¿De que color son nuestros silencios?

Muchos besos para ti.

Óscar Sejas dijo...

Como decía aquella canción "no digas que aquí hay silencio, podrás decir que no oyes"

Un abrazo

Stefy dijo...

¡Hola!
No me gusta el silencio, pero tampoco el ruido. Soy rara.
Hubo una época en la que alguien se dedicaba a insultarme y adquirí la costumbre de llevarme a la parada de autobús un libro. Recuerdo que era "La casa de los espíritus" de Isabel Allende. Al principio, fingía leer porque no era capaz de concentrarme, pero cuando pasaron los días dejé de escuchar lo que no me interesaba.
Saludos

Unknown dijo...

Es verdad que al final dejas de percibir los ruidos sin sentido cuando no les prestas atención. Yo utilizo la música para ausentarme de todo.

Ya he vuelto. Un beso.

if dijo...

Seilgard, eso me suena a aquello de ¿a qué huelen las nubes?

Oski, no conozco la canción pero la frase es buena.

Stefy, buen libro y mala gente. Yo les hubiera contestado, aunque sé que no hubiese servido para nada, pero mi caracter es así.

Aliara, bienvenida. Sabía que no era la única que usaba la música para estar en silencio.

mariadelainsolvencia dijo...

no hay peor ruido que el que no se quiere oir.

Anónimo dijo...

El otro día daba vueltas por el aeropuerto de Barcelona (esperando la salida del avión de mis largamente esperadas vacaciones) y me encontré con este libro. No lo había leído, me llamó la atención el título (deformación profesional?) y me leí la contraportada. Entonces me ti y de tu post sobre Cristopher Boone. Me compré el libro y me lo leí antes de llegar a mi destino final...

Gracias, me diste un buen vuelo, un buen comienzo de vacaciones. :)